martes, 27 de marzo de 2012

Marzo


Foto del mes. Con esta imagen quiero empezar una nueva actividad, con ánimo de mantener vivo el blog, que consistirá en subir una foto cada mes.

Surge el debate del blanco y negro. No es la primera vez que se me plantea esta cuestión en lo que va de mes… A lo largo de mi trayectoria, todavía corta, no he tenido nunca ningún reparo en usar el blanco y negro o el color indistintamente, atendiendo a las necesidades de la fotografía que esté trabajando en ese preciso instante (y no uso palabra instante a la ligera). En las street photos que han caracterizado la base de mis últimos trabajos, la escala de grises ha sido predominante y la que ha dado coherencia y consistencia a la serie fotográfica. Si bien, en el desarrollo de mi proyecto actual, una serie de cinco imágenes para la exposición colectiva “X maneras de mirar la calle”, el color es el que se encarga de dar la cohesión a mi propósito expositivo.

A la hora de elegir una u otra posibilidad trato de tener presente siempre ciertos criterios, por ejemplo, elijo blanco y negro si el color no aporta nada, si para mí el lugar, el momento y la situación tienen un carácter eterno, si considero que la foto lo pide a gritos o pensaba en ella de esa manera a la hora de la toma; por el contrario escojo fotografiar en color cuando creo que la gama cromática aporta contenido a la imagen, sirve para integrar diferentes fotografías dentro de una serie o ese momento, lugar o situación tienen un halo de cambio inminente.

El debate del que hablaba al principio del texto tiene que ver una situación vivida no hace nada en uno de los encuentros más importantes de fotografía del país, cuando dos visionadoras diferentes dieron una explicación distinta, a su parecer, de unas fotografías que componían el portfolio “Latidos de una Ciudad”. Es curioso como dependiendo del tipo de trabajo que hace cada uno se tira más hacia un lado o hacia otro, y como todo lo que no era válido en un momento sí lo era justo unos minutos después. Con todo aquello, lo que queda después de ambas charlas con estas personas, referentes en la edición y el comisariado de exposiciones, es que uno mismo ha de ser lo más coherente, justo, digno y constante con su trabajo, creer en él e ir con él hasta el final. Decidí seguir con los “latidos” hacia delante y pasaron el corte, y lo que es más, tuvieron el honor de poder haber sido vistos por una primerísima figura a nivel mundial, Steve McCurry.